Solíamos hablar durante horas sobre tantas cosas, desde poesía hasta comida exótica. Pero la cosa de ponía espesa cuando había que hablar de
él.... Parecía tema tabú. Era cuestión de estar en un momento riendo sin parar pero cuando le decía ''te acordás de...'' y cualquier historia referida a él su cara cambiaba completamente, la sonrisa burlona se convertía en seriedad medio trillada, los ojos se le volvían espesos parecía recordar todo en ellos que se nublaban y casi casi que querían asomarse unas lágrimas acumuladas de tristeza que ella, por supuesto, secaba rápidamente . El cuerpo se le deshacía, se asomaba el dolor escondido, su cara se volvía pálida, mientras que yo le hablaba y le recordaba todos los lindos momentos. Ella mantenía su cabeza gacha y a veces sonreía, reviviendo las memorias escondidas. Todo, todo se destruía en su interior y su boca se abría como que deseaban escaparse un montón de palabras casi muertas, pero se retenía, se arrepentía y las palabras quedaban ahí, guardadas como debía ser. Yo la observaba, su tristeza llegaba a mi corazón, yo la entendía, me dolía, después de todo ese había su ''primer amor'', la primera decepción, la primer lágrima con derecho, lo que nunca se olvidaría. Cuando terminé mi relato la miré como esperando a que su pena fuera liberada. No dijo una palabra. Y luego de un silencio prolongado, esbozó una sonrisa sarcástica y mirando a los recuerdos me dijo, con una voz rajada: ''Sabés? Siempre imaginé al amor como algo bello, ahora me doy cuenta que lo único bello fue creer que había amor''. No dijo nada más, cambió de tema. Aquella vez me di cuenta que ya no habría otra vez,había sido la última oportunidad para hablar de ese tema. Sonrió forzadamente y habló, otra vez de todo, todo menos de él.